El baúl de los recuerdos.

Después de dejar durante un mes el artículo de Oritz Echagüe, y habiendo estado todo ese tiempo en Xinjiang, donde el tiempo parece haberse parado en la era preindustrial para los uigures, se me ha despertado un inusitado interés por  la vieja Europa. El lugar en el que nací y siempre he vivido. Europa, ese lugar tan cercano que parece que ya no esconde nada interesante. Ese lugar que parece estar luchando permanentemente por ser un poco parecido a Nueva York, que a su vez quiere parecerse a París. Me viene a la cabeza el trabajo del fotógrafo holandés Bert Teunissen. Bert ha recorrido 9 países europeos fotografiando a gente en sus casas. De estas fotos, me fijo sobre todo en las de los campesinos, las de la gente humilde. Es sorprendente comprobar que hay algunos patrones comunes entre los campesinos de toda Europa. Estos retratos formales, pictóricos y atemporales me hacen pensar que no todo está perdido. Que hay un baúl de los recuerdos en el que podemos buscar alguna raíz. Yo he visto este mundo en primera persona. Hace 30 años esto no era tan raro. Hoy es algo exótico, anacrónico y ajeno a la idea que tenemos de Europa. Sin embargo así fuimos y así algunos siguen siendo. A Bert le debemos este magnífico documento cuyo valor va en aumento con cada minuto que pasa.