Quiero ser distinto, igual que todos lo demás.

Tengo 770 amigos en Facebook. En Twitter, en este momento me siguen 511 personas. La media de visitas de este blog es de unas 1.500 personas por semana. En Linked In, ese lugar para gente seria, sólo 330. Abrí una cuenta de Google +, pero de momento parece un gran fiasco. Mi vida social online está sana, aunque tampoco es para tirar cohetes.

La última locura se llama Klout. Una herramienta que mide la influencia que tienes sobre la gente que te rodea. De momento voy por 40 sobre 100. Dicen que a partir de los 70 puntos es cuando se te empieza a considerar como un gran influyente, y tu vida social empieza a ser monetariamente evaluable. Es decir, te empiezan a llamar para ofrecerte cosas. Del asunto de la influencia online ya hay hasta carrera universitaria, que nadie se vaya a creer que hablamos de pequeñeces.

Yo, que había decidido escribir sólo en español, que ya no tengo ni blogroll para no tener que acabar poniendo links de cortesía o conveniencia, me planteo si no estoy infrautilizando mi potencial de influencia. Yo, que por curiosidad por conocer la verdad he renunciado a impulsar de modo artificial la cantidad de contactos que tengo y confío exclusivamente en el poder del interés del contenido de lo que escribo, no puedo evitar sentir presión por lograr metas que alguien en un despacho en San Francisco ha decidido que son importantes para mí.

Pero no necesito todo esto. Lo que de verdad necesito es silencio. Necesito que no me interrumpan. Concentración. Tiempo para pensar. Tiempo para madurar ideas. Necesito espacio propio para darle forma a todas las ideas que pasan por mi cabeza.

No estaría de más de establecer temporadas de abstinencia total de vida online para poder trabajar con algo de seriedad.

En fotografía necesitamos tiempo para planear proyectos. Tiempo para fotografiar, y sobre todo, muchísimo tiempo y concentración para editar y darle forma a las cosas. Vivimos una época de fotografía a granel, proyectos multitudinarios, aluviones de influencias, inputs, insights y feedbacks. Hoy se hacen libros de fotos con material resultante de unos días de trabajo. Hoy hay gente que publica un libro al año.

Toda esta interconexión, toda esta influencia y contrainfluencia, que es emocionalmente adictiva y por lo tanto tiene sus subidones y bajones, me pregunto si no está consiguiendo que se creen patrones de repetición.

El trabajo Exactitudes® de Ari Versluis y Ellie Uyttenbroek sobre los patrones de imagen en la ropa es un magnífico ejemplo gráfico de lo que nos está pasando en fotografía. Encontramos nuestra tribu, y nos vestimos igual que el resto de sus integrantes. Nos sentimos arropados, seguros, calentitos. Pero pagamos por ello. Pagamos con nuestra propia identidad. Nuestro principal tesoro a cambio de no sentirnos solos. Un precio ciertamente muy alto. Quizás demasiado.

15 respuestas to “Quiero ser distinto, igual que todos lo demás.”

  1. Oscar Canalejo Says:

    «Lo que de verdad necesito es silencio» ¡¡¡ Amén !!!

    Muy bueno el post. Gusta saber que hay alguien más que se siente como uno mismo. En realidad creo que es un sentimiento cada vez más extendido, aunque pocos se atreven a admitirlo, quizá por miedo a perder «ratio de influencia» ;-)

    Un Saludete

  2. Sergio Jaén Lara Says:

    Hay que limitar internet a la consulta diaria (una sola vez al día) del correo y de un máximo de diez sitios web enlazados mediante el feeder y punto, desperdiciar mas tiempo es un pecado.

  3. Sergio Says:

    Hola, soy Sergio, éste es mi primer comentario en este blog. Soy un fotógrafo aficionado desde hace un par de años, y cada vez me interesa más lo relacionado con la fotografía y la imagen. Compré recientemente tu libro China Western, soberbio y del que estoy aprendiendo muchísimo, y esto me ha llevado a interesarme por tu trabajo. Hace poco vi un libro de James Mollison en el que fotografía a los fans de los ídolos pop en la entrada de los conciertos. La imagen del link es un ejemplo con unos tíos vestidos como uno de los hermanos de Oasis (no sé bien cuál de los dos, supongo que el más guapo). Tiene más: Madonna, Dolly Parton…
    ( http://www.jamesmollison.com/project.php?project_id=3&p=3 ). Pongo el enlace porque me ha recordado inmediatamente al ver la foto que acompaña tu entrada. La primera vez que vi esta fotografías me parecieron bastante divertidas y audaces. Dejo el link para al que le interese ver algunas.

    El tema de la originalidad y la imitación es un tema interesantísimo y te animo a profundizar más en él en próximos blogs. A mí siempre me ha llamado la atención el cambio de modelo que introdujo el arte en la Edad Moderna, antiguamente la imitación de los grandes modelos literarios, pictóricos, arquitectónicos… era considerada una virtud esencial y no molestaba en absoluto, lo cual no impedía que se introdujeran innovaciones. El enlatecimiento del yo del artista se produce de manera definitiva a partir del arte romántico, lo cual es un periodo histórico relativamente pequeño y además es un cambio de perspectiva que afecta sólo a aquellas culturas influenciadas por él. En otras palabras, hay una manera diferente de entender el hecho artístico y la creación.

    Por otro lado, a mí me gusta mucho la música blues, que como todo el mundo sabe es una música popular. En este estilo existen unos patrones irrenunciables: una progresión de notas primera-quinta y séptima- y un esquema repetitivo en la sucesión de los compases. Practicamente todos los músicos blues las respetan y componen e interpretan en base a ellas. La originalidad del músico está en la ejecución: más agresiva, más rápida, más básica, más lenta, más suave, más sofisticada… que coincide con el temple de cada cual- la originalidad aquí es realmente el alma-temperamento de cada músico.

    Otro caso, las pinturas negras de Goya nos interesan en gran medida por la moderna visión del mundo que ofrecen y no sólo por su estética truculenta que prefigura el expresionismo.

    Quiero decir que es también es posible que la originalidad consista en dejar que de manera natural tu carácter vaya imponiéndose en lo que hagas y no sean necesarios en la mayoría de los casos demasiado los excesos, ni hacer pelotas cuadradas.

    Bueno, dejo la pelota cuadrada en tu tejado, por si quieres ahondar un poco en el tema.

    Perdón por la larga parrafada pero necesitaba de espacio para desarrollar un poco lo que quería decir. Además esta mañana no tenía nada que hacer.

  4. Sergio Jaén Lara Says:

    Es curioso, yo soy un loco del Blues y es cierto que el 90 % de las canciones no salen del I-IV-V pero lo podríamos plantear también como una ventaja y no como un inconveniente, de hecho hace mucho que quería escribir sobre limitaciones que nos permitían avanzar.
    Recuerdo una entrevista del gran Rod Piazza donde decía que a él la armónica se la traía al fresco, a él lo que le gustaba era el blues y hacer blues y lo hacía a la manera de su ídolo Little Walter; siguiendo una senda mas o menos marcada, Rod ha conseguido nuevos hitos, nuevos clásicos.

    Trasladando esto a la fotografía, uno puede salir a la calle a la Bresson y conseguir nuevas joyas fotográficas o puede intentar cambiarlo todo y optar por una visión radicalmente opuesta, pero ¿es lo primero sancionable?

  5. Carlos Aledo Says:

    Buen artículo. Tengo que decír que Google+ no me parece un fiasco en absoluto.
    También creo que precisamente ahora vivimos en la era de la personalización e hiperindividualidad donde todo el mundo quiere ser distinto a los demás. Cada uno con su estética, su forma de vestir, su carcasa de movil personalziada, etc. Por supuesto siempre existiran tribus y grupos con los que uno siente que tiene algo en común y tiendes a sentirte identificado con ellos ideológica/culturalmente a través de la vestimenta u otros aspectos estéticos. Somos más eclecticos que nunca y creo que es algo bueno. Sin duda internet está ayudando a ello.

  6. Sergio Says:

    Hola Sergio, justamente eso es lo que quería decir, en determinados momentos la imitación no es un inconveniente. Otro ejemplo interesante de la frontera originalidad-imitación: Francis Ford Coppola tomó una simple buena novela de Mario Puzo y adaptándo el argumento de manera bastante fiel, creó dos obras cumbres del cine como El padrino I y II. A priori, nada menos original que copiar tu guión de otro, sin embargo las dos películas son un perfecto retrato del poder y de su capacidad de corrupción sobre una persona, además de soberbios relatos de una época. Su lucidez deslumbra. Valorar estas dos películas en base a su originalidad y obviar lo que en ellas se nos está contando probablemente sea perderse en pequeñeces.

    En fotografía creo que los dos caminos que dices son posibles, para bien o para mal el mundo de Bresson ya no existe, y tampoco el propio Bresson y todo debe volver a ser contado.

  7. Anónimo Says:

    Se trata de saber usar la tecnologia,no es facil,se abre un mundo en internet pero un creador necesita realidades,tiempo,dedicaciòn…estoy muy de acuerdi contigo y aunque esta hwrramiwnta ayude,limita

  8. º BlankPaper Escuela (@BlankPaperESC) Says:

  9. JR Álvaro González Says:

    Estupendo post, paradójicamente he llegado a él porque lo he visto en Twitter y he podido leerlo por internet gracias a que tienes blog. Todo tiempo tiene su contexto social y su influencia sobre las personas, desperdiciarlo creo que es un error.

    Un saludo.

  10. Sergio Jaén Lara Says:

    Pues eso, que si muchos estuviéramos a lo que hay que estar nos brillaría el pelo de otra manera.

  11. Alba Says:

    Me ha gustado mucho tu post.

    Adoro las fotos, pero no se hacerlas, es uno de los asuntos pendientes que tengo. ¡Espero poder tacharlo de mi lista algún día!

    A mi me gusta estár al día y odio quedarme obsoleta. Desde hace poco, tengo blog, twitter, facebook y linkedin, pero ni me esclaviza ni me roba tiempo, es sólo algo que quiero tener, saber manejar y utilizar cuando yo quiera. Nada de ataduras, ¡sería una locura!

  12. Mauricio López Says:

    Muchas veces ser diferente consiste en escoger productos, utilizar tecnologías, comprar ropas que son desarrollados en serie. Me da mucha risa ver a un joven poniéndose un piercing en la lengua porque quiere ser «diferente», pero tiene que pedir cita porque otras decenas también quieren lo mismo. En cuanto a la tecnología, creo que este post se parece mucho en su esencia a otros posts del pasado en su preocupación. Yo no me pregunto si facebook, twitter, blogger son buenos o malos. Me pregunto cuánto es suficiente?
    Felicidades

  13. Sergio Jaén Lara Says:

    A raíz de lo que dice Mauricio, ¿No es cierto que cuanto mas diferente, de forma activa, se intenta ser, mas encasillado queda uno?
    Es que me da la impresión que el retrato de los «diferentes» es aún mas fácil de hacer.

  14. Mauricio López Says:

    Es posible que el verdaderamente diferente pase desapercibido…

  15. JG Says:

    Creo que hay que poner el énfasis en el SER, que ya es bastante dificil de por sí. Y lo mas probable es que el resultado sea parecido al que le sale a otros millones de personas. El clásico decía que lo que no es tradición es plagio. Y empeñarte en ser diferente es una perdida de tiempo y esfuerzo absurda.

    Lo que hagas, hazlo a muerte, lo mejor que sepas. Eso es lo importante. En mi humilde opinión, por supuesto.

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